Los avances tecnológicos del siglo XXI dejan sin palabras a más de uno, nos sorprende ver como el ingenio y creatividad del hombre crece en niveles inimaginables.

Hoy día existen robots que ayudan en todos los campos del conocimiento desde la informática, la robótica, hasta las ciencias de la educación y la propia medicina al crear robots que asisten a médicos y simulan operaciones.

No es de sorprendernos que a alguien se le ocurra crear un grupo de robots que generen música y hagan su propi show.

Compressorhead es una banda de rock duro integrada por seis robots creados por el artista británico y amante de los robots Frank Barners, quien desde los 17 años crea robots.

Su primer robot tocaba el tambor, después de 10 años creo a Stickboy el chico de las baquetas, este es un robot de 4 brazos que toca la batería.

Esta banda de rock compuesta por seis integrantes es hecha de material reciclable, tiene dos guitarristas, un bajista, un vocalista.

Todo empezó como labor de reciclaje con unos cuantos euros, ahora le ha invertido más de 7000 euros para la creación de la primera banda de rock dirigida por robots.

Al inicio solo cantaban para pequeñas fiestas ahora ya han grabado su primer disco de la banda de robots Party Machine.

Empezaron como cualquier agrupación musical interpretando temas de Nirvana, Black Sabbath y Motorhead, ahora tiene su propia música y lo hacen muy bien.

Esta banda de rock está programada para tocar cualquier canción de rock

La idea de crear esta banda de rock no es para reemplazar los grupos de rock humanos, en absoluto, es solo por diversión y entretenimiento, ya que la creación de robot s es la pasión de este artista británico que ha dedicados su vida a ello.

Su banda le ha dado la vuelta al mundo presentándose en metrópolis como New York, Sídney y Moscú.

Sus presentaciones son estupendas y admiradas por todos los asistentes a sus conciertos, aunque en algunas ocasiones no han dejado de causar inquietud cuando se les desprende o afloja alguno de sus tornillos.

En cierta ocasión a un vocalista se le aflojo la mandíbula y a otro le empezó a girar la mano con la que sujetaba el micrófono y empezó a girar y dar vueltas de 360 grados sin detenerse. En el momento puede ser angustioso y preocupante pero luego se torna en una anécdota muy divertida a donde este artista británico se dirija con su banda de rock robot.

En otra ocasión en un concierto en Berlín el cantante empezó a tomas aire entre una canción y otra con la respiración entrecortada, fue muy difícil no llamar la atención del público y generar un silencio total entre pausa y pausa, indiscutiblemente los robots en ocasiones requieren ajustar uno que otro tornillo, pero no es nada de qué preocuparse, ellos funcionan y trabajan a la perfección.

Sin lugar a dudas debe ser todo un evento de entretenimiento y distracción ir a un concierto de heavy metal con esta banda de rock tan original.